viernes, 1 de diciembre de 2023

martes, 24 de octubre de 2023

La locura de Almayer / Joseph Conrad (Impresiones literarias)

 


Relato que aborda también el colonialismo holandés, la supremacía racial implícita, el abuso, la subyugación...


Destaco:

En ese espacio despejado, trabajaba Almayer en su mesa, no muy lejos de una puertecita verde, en la que siempre había un malayo vestido con una faja roja y un turbante, y cuya mano, que sostenía un cordel que colgaba del techo, subía y bajaba con maquinal regularidad. La cuerda movía el punkah* del otro lado de la puerta verde, donde se ubicaba la oficina privada, y donde el viejo Hudig, el patrón. se sentaba en su trono y celebrando ruidosas reuniones. (p. 12)

*Destaco este párrafo porque aparece la palabra punkah (gran abanico de palma colgado del techo), y que en el relato "El hombre que sería rey", de Kipling, también aparece. Esta palabra puede volverse un problema para la traducción desde el inglés antiguo (son escasas las referencias). Una vez resuelto su significado podemos optar por dejarla tal cual en la traducción al español, y en cursiva, como ha sido en este caso; o bien, referirse al objeto no por su nombre (que no tiene equivalencia conocida en español), sino por su descripción.


Estaba dotado de una imaginación fuerte y viva, y en ese corto lapso de tiempo vio, como en un relampagueo de deslumbrante luz, grandes pilas de relucientes florines, y se apercibió todas las posibilidades de una existencia opulenta. El respeto de los demás, la indolente facilidad de la vida, para la que se sentía muy dispuesto, sus barcos, sus almacenes, sus mercancías (el viejo Lingard no viviría para siempre), y coronándolo todo, en el lejano futuro brillaba como un palacio de ensueño la gran mansión en Ámsterdam, ese paraíso terrenal de sus sueños, donde, elevado a rey entre los hombres por el dinero del viejo Lingard, pasaría el atardecer de sus días (o el ocaso de su vida) en inefable esplendor. (p. 17)


Sin embargo, como correspondía a su carácter resolutivo, al cabo de todos aquellos años la sinceridad de los propósitos bárbaros e intransigentes características de sus parientes malayos le pareció preferible a la pulida hipocresía, a las simulaciones corteses y a las virtuosas pretensiones de los blancos con los que había tenido la desgracia de entrar en contacto. Después de todo era su vida, y lo sería también en el futuro, y así fue cayendo cada vez más bajo la influencia de su madre. Aspirando, en su ignorancia, a encontrar la mejor solución para aquella vida, escuchaba con avidez los cuentos de la vieja sobre las pasadas glorias de los rajás, de cuya estirpe era heredera, y sintió cada vez más indiferencia y más desprecio por la raza blanca de la que descendía, representada por un padre débil y sin raíces. (p. 53)


En esos largos años, ¡a cuántos peligros escaparon, a cuántos enemigos se enfrentan con valentía, a cuántos hombres blancos engañaron! Y ahora veía en el resultado de tantos años de trabajo paciente: Lakamba estaba intimidado por la sombra de un peligro inminente. El gobernador se estaba haciendo viejo, y Babalatchi, consciente de una desagradable sensación en la boca del estómago, se llevó ambas manos al vientre, y percibiendo de pronto, con vívida y deprimente claridad, que él también se estaba haciendo viejo, que el tiempo de la audacia temeraria había pasado para los dos, y que tenían que buscar refugio en la astucia prudente. (p. 100)


Se calló de pronto y observó a sus invitados con una mirada significativa. Mientras ellos reían, seguía recitando para sus adentros la misma historia: "Dain ha muerto; es el fin de todos mis planes. El final de toda esperanza y de todo lo demás". Su corazón estaba oprimido. Sintió una especie de malestar mortal. (p. 137)


-Mató a hombres blancos! -lo interrumpió Nina.

El oficial la miró asombrado.

-¿Qué? ¡Cómo! Usted... Balbució confundido.

-Podrían haber sido más -lo interrumpió Nina- Y cuando coja a ese sinvergüenza, ¿se irán de aquí?

El teniente, aún sin palabras, asintió con una inclinación.

-Entonces yo se lo entregaría aunque tuviera que meterme a buscarlo en una hoguera -estalló con intensa pasión-. Odio la imagen de vuestros rostros pálidos. Odio el suave sonido de vuestras voces. Esa es la manera en que habláis a las mujeres, dejando caer palabras dulces ante cualquier cara bonita. Ya he oído antes el sonido de vuestras voces. Tenía la esperanza de vivir aquí sin ver otra cara blanca, excepto ésta -agregó en un tono más suave, tocando delicadamente la mejilla de su padre. (p. 158)


Su deseo de vivir lo atormentaba en un paroxismo de agónico remordimiento. No tenía valor ni para moverse. Había perdido la fe en sí mismo y ya no quedaba nada en él de lo que hace que un hombre sea hombre. El sufrimiento persistió, porque está establecido que permanezca en el cuerpo humano hasta el último aliento, y persistió el miedo. Vagamente, podía mirar en las profundidades de su amor apasionado, ver su fuerza y su debilidad, y sintió miedo. (p. 187)

JFA





Alfredo Zitarrosa (Entrevista)

Destaco:

"Son muchos los poetas que obran en el alma de quien por ahí frecuenta el verso: Rilke, Saint-John Perse, Vallejos, Machado, etc.".

"Nunca me bañé dos veces en el mismo río, suele ser diferente cada día el Santa Lucía, además allí aprendí a pescar por ejemplo, que es otra de las cosas que en la vida importan: saber aguardar"...

"La milonga es negra, el candombe es negro, y el tango posiblemente sea negro también, por lo menos allá en sus remotos orígenes. 'Dejá a los negros tocar tangó', cuando se quejaban de que los negros estaban haciendo bochinche en nuestro país"...





jueves, 10 de agosto de 2023

Los certámenes, competir o compartir (Artículo)

En el contexto de la creación musical, literaria o de cualquier otra expresión artística (y en el de toda experiencia humana en realidad), me quedo con aquello de "más compartir que competir". 

De alguna manera, la opción por uno u otro, tiene que ver con la diferencia entre "querer alcanzar un sueño en sí mismo" versus "sentir que tenemos algo que aportar o decir". En esto último el concepto del triunfo no tiene cabida ni sentido, y no por juicios al respecto, sino simplemente porque no le es natural. 

Sin embargo, el arte, como todo mensaje, quiere llegar a su destinatario, y allí nuestra confusión o sentimiento contradictorio con respecto a los certámenes: pueden ser útiles para la divulgación si es que los vemos (ante la eventualidad de ganar) como un medio más que como un dispensador de valor.

Ahora, en otro aspecto de la cuestión, los certámenes, así como las actividades de tipo mercantil con relación al ejercicio musical o cualquier otro tipo de dedicación artística, también son útiles si queremos consagrarle (al arte) la totalidad de nuestro tiempo en tanto nos estemos ganando la vida en ello. 

El problema radica (cortocircuitos en el alma) en que desde aquel impulso creativo inicial y trascendente, terminamos desplazándonos -y a veces en anulación de lo anterior- hacia todo un esfuerzo premeditado con el objetivo de ganar festivales o producir dinero. En el caso de la música popular chilena los ejemplos abundan: respectivamente y guardando las proporciones en cuanto a los intereses temáticos de cada cual, pienso, por ejemplo, en un Nano Acevedo o en un Pablo Herrera.

En virtud de lo anterior es donde las clasificaciones, distinciones o discusiones, en cuanto a qué tan genuina o no sea una creación artística (genuina o libre de toda subordinación a pautas o normas para participar), se tornan algo confusas de arribar. Porque podríamos encontrarnos con un producto que, aunque técnicamente sólido (a ojo de jurados o de criterios mercantiles), ha simulado o sacrificado el espíritu, o los "duendes" de Lorca, o "la primavera insurreccional" de Neruda, tras haberse volcado por completo al propósito de "ganar".

No obstante, hay cosas que no revisten confusión alguna, y tienen su lugar claramente identificado, y es que los criterios de comercialización corresponden a materias más bien propias de quienes publican y distribuyen una obra, haya sido afectada o no esa producción artística con tales propósitos por el propio creador incluso (concediendo que también existen los creadores que participan con ese fin: el de vender). A la vez, se descarta toda confusión también, en que la creación artística, completamente ajena a la comercialización en su proceso creativo, tiene el inmenso valor humano de toda su verdad o su desgarro contenidos allí (y, paradójicamente, esto también tiene su "público objetivo").

Es decir, que toda obra pueda ser comercializada después -sólo después y sin condicionamientos que afecten su proceso de gestación- es otra cosa, y ajena a toda tentativa de tipo competitiva.

Silvio Rodríguez debe ser la máxima expresión latinoamericana en tal sentido, porque, además, en su caso, se debe tener en cuenta su total independencia de los grandes conglomerados de la industria musical, con quienes trata de igual a igual y tan sólo para efectos de la distribución, dado su inmenso impacto popular. Popularidad para la cual no tranzó con nada ni nadie si consideramos que más aún se ha mantenido leal -y en total independencia económica de este- al régimen cubano que le allanó el camino a poco de sus inicios, como miembro que fue de una institucionalizada y remunerada Nueva Trova Cubana (de la que sigue siendo un miembro histórico pero sin que la agrupación persista como una institución actual al amparo económico del Estado cubano). 

Cabe mencionar que ni el gran Pablo Milanés pudo quedar al margen (o no quiso mantenerse al margen) de los grandes conglomerados para continuar su brillante trayectoria, cuando, a fines de los noventa, por un pacto contractual, su catálogo discográfico pasó a manos de la multinacional Universal Music.

Para cerrar este artículo, y ya que hemos mencionado a Silvio y a Pablo, y tratándose de la preferencia por compartir en vez de competir, recuerdo, según palabras del primero (Silvio), que -ante el ofrecimiento que le hicieran de integrar un proyecto discográfico de la Nueva Trova, dedicado a la musicalización del poeta José Martí por parte de sus integrantes- se abstuvo de participar, argumentando que Milanés ya lo había hecho maravillosamente bien, y que su participación hubiera sugerido una suerte de competencia, inadmisible para él... Y se entiende que no sólo desde el punto de vista de lo humano, sino que, con mayor razón y en virtud de lo reflexionado, competencia inadmisible desde lo genuinamente parido con el alma también.

JFA


Nota aparte: 

A propósito de lo anterior, recordé también que en Chile ocurrió lo propio con respecto al Poema 15, de Neruda, que a pesar de haber sido tan hermosamente musicalizado por Víctor Jara, más de alguno intentó después su propia musicalización sobre el mismo, incluso siendo declarados y reconocibles admiradores de la obra de nuestro cantautor...

Caso aparte, absolutamente aparte -porque se podía dar el lujo de hacerlo con total propiedad, a la luz del tremendo artista y cantautor que fue, y a la luz de aquella musicalización tan emocionada y emocionante que hizo de la obra de Antonio Machado- sería mencionar a Alberto Cortez, quien también se permitió musicalizar el Poema 15 (si es que no lo hizo antes que Víctor).





 

martes, 8 de agosto de 2023

El preciso mensaje para los jóvenes, de Volodia Teitelboim

"Que defiendan el derecho a un ideal. A un ideal también de vida dentro de una sociedad. No para ser personas importantes sino, sencillamente, para alcanzar el humanismo, la realización del ser humano. Porque ese es el objetivo incluso de la democracia: que cada persona pueda realizarse en sus sueños personales.

Eso no significa ser un héroe ni ser presidente de la república ni nada importante, sino que haga lo suyo, y que, como persona madura, no abandone su ideal. Mantenga esa bandera de sí mismo.

Y no se deje ganar por el mercado, por el dinero. No venda su alma. Y que también se incorpore a la sociedad, que no sea un lobo solitario, sino que se integre a la sociedad haciendo lo que le corresponde. Y que se aleje de la droga. No admita la autodestrucción, el suicidio. Que admita lo que defienda el derecho a la vida, y a una vida completa y productiva. No hablo tanto del dinero, sino de la realización de sí mismo desde el punto de vista cultural.

Y si le gusta la poesía, que escriba poesía también. Y si tiene predisposición científica, que lo haga… Si tiene condiciones para la técnica (literaria), que lo haga. No estoy hablando de una aristocracia poética porque no existe. Estoy hablando de que el hombre cumpla consigo mismo, con lo que quiere su espíritu. Y puede ser muy modesto también: un obrero, o ser un campesino, haciendo lo suyo. La mujer, haciendo lo suyo. Pueden ser, algunas que lo quieran, amas de casa y estar con sus hijos, o ser presidentas de la república"…

(Entrevista y registro efectuados por el Instituto Miguel de Cervantes)






viernes, 16 de junio de 2023

Miguel Littin, Patricio Manns, y los derechos (Artículo)

A propósito de Miguel Littin y esta, su breve filmación histórica; y a propósito de Patricio Manns, a partir de cuya conmovedora canción surge el título y el argumento para la misma ("Por la tierra ajena"); pero también a propósito de los "derechos" aludidos por el mismo Littin haciendo referencia a la "Sociedad de la Igualdad" de 1850, en su discurso como presidente de la primera sesión del nuevo Consejo Constitucional, podemos concluir, una vez más, que la cuestión no son los derechos constitucionales ni sus garantías, sino cómo hacernos (la inmensa mayoría de los chilenos) del "objeto" de tales derechos en igualdad de oportunidades, es decir: todos tenemos derecho a una buena educación y a una buena salud (nadie lo impedirá), pero se vuelve una expresión retórica cuando no tienes con qué pagar un "Saint George's College" o una "Clínica Alemana"... Una buena relación de todo esto con la canción de Patricio Manns  (música de la filmación) podemos apreciarla en esta parte de su letra: "El agua es para los otros, también de otros la esperanza"... (Sin embargo, curiosamente, "el derecho" sigue siendo de todos).

Un "bello texto" constitucional podrá expresar tu derecho sobre cosas fundamentales que, finalmente, en términos de su buena calidad, no sólo no podrás tener (a no ser que pagues muy bien por ello) sino que, además, de no tenerlas, tampoco podrás hacer valer derecho constitucional alguno sobre ellas, por más que se halle "consagrado" ahí.

JFA




jueves, 11 de mayo de 2023

Acerca de Patricio Bañados y la crítica a su correcta pronunciación de autores y obras de la música selecta (Opinión)

¿Qué tal si a nuestro personaje le gustaban los idiomas? (de hecho, era bilingüe). Un amante de las lenguas difícilmente pasará por alto la autoexigencia en materia de la pronunciación correcta, y menos tratándose de un comunicador. Nosotros, los chilenos promedio y no profesionales de las comunicaciones, podemos decir "wifi" o "colgate" tal como se escribe, y sin remordimientos por ello... En otro aspecto del aporte de Patricio (bastante más visible que lo del paradójicamente cuestionado ímpetu por la buena pronunciación de la lengua extranjera), podemos destacar también su relato ameno acerca de autores, obras y hasta de literatura allí en la Beethoven; era una tremenda contribución e invitación a la sensibilidad y al conocimiento, incluso para un niño... Y en cuanto a lo mal o a lo poco que les importa a los comunicadores europeos pronunciar bien nuestra lengua, cabe preguntarse cuánto de espíritu de supremacía o colonialismo radica en ello... Como sea, la destacada contribución de Patricio Bañados -desde cómo supo hacerlo y más allá de los estereotipos, complejos, prejuicios o rasgos propios del chileno tipo que tan sólo quiere aparentar "tener cultura" (aludidos en la crítica como trasfondo del esmero de Patricio por la buena pronunciación)- fue demostrada y se echará mucho de menos entre quienes tenemos a la radio Beethoven como una compañera cotidiana...

Patricio Bañados: periodista, locutor en radio Beethoven, destacado comunicador chileno de radio y televisión nacido en 1935, fallecido el 7 de mayo de 2023.

Nota: La mencionada crítica a la que respondo, fue efectuada por un destacado musicólogo nacional a través de la RR.SS. 

JFA




miércoles, 8 de febrero de 2023

La lA y el arte... o helarte (Artículo)

No hay vuelta atrás; por más que manifestemos nuestro pavor al respecto, esto no se detendrá, y es altamente probable que los Nobel de Literatura, los Grammys o los Óscar del futuro, sean obtenidos por los mejores "creadores" que se valieron de la inteligencia artificial.  

La Inteligencia Artificial no tendrá límites para absorber toda la información necesaria a fin de volverse tan infalible como indetectable. Y lo peor de lo indetectable será cuando alguien, en ese futuro tan previsible, quiera convencernos de que su obra es humana -cuando verdaderamente lo sea- y que no se ha valido de la IA para lograr la excelencia que eventualmente hubiere de alcanzar. 

Por nombrar algunos, los profesionales del diseño o de la traducción estarán entre las primeras víctimas del fenómeno de la IA: se volverán prescindibles. Y a pasos agigantados la IA irá sustituyendo a poetas y cantautores de carne (o de alma más bien), cuando apenas en su desarrollo, ya casi tan perfectamente bien, ha sido capaz de emular a pintores y cineastas. 

La futura generación de poetas no verá problema alguno en el soneto "sin desgarro" que podrá concebir desde un modelo de lenguaje alimentado y actualizado con todo lo que ha sido la historia de la experiencia literaria genuina... excepto la sangre, la vida y la muerte que hubo detrás.

Poco a poco, en nuestra condición de espectadores, seremos engañados con "procesos mentales creativos" y "esencialidades humanas"; todo eso simulado a la perfección y a la medida de nuestros requerimientos, como los consumidores insaciables que somos y que lo seremos cada vez más, en búsqueda de la entretención ilimitada (porque finalmente será cuestión de entretención nomás; de alimento para el alma, ni hablar)... Sentir pavor al respecto tal vez sea poco decir.

Sin embargo, esos consumidores del futuro -ya no personas, ya no seres humanos, sino consumidores netos, que están por nacer o que son niños aún- no tendrán la noción que tenemos nosotros hoy de esta tragedia como tal. Es decir, no tendrán noción de haber perdido nada, tampoco de haberles acaecido transformación alguna, pues esta habrán de constituirla y vivirla, sencillamente, a plenitud del sentido con que fue concebida, y más sombrío aún: a plenitud del sentido que adoptará como consecuencia de su condición, acaso deshumanizante.

JFA




 


miércoles, 10 de agosto de 2022

Del ensayo "¿Qué es la poesía?" (impresiones literarias)


Destaco, del prólogo escrito por el mismo autor del libro "¿Qué es poesía? Introducción filosófica a la poética", de Agustín Basave Fernández del Valle:

"El mundo existencial humano se ve amenazado por un aparato de la técnica que nos hace vivir con la angustia prendida en las entrañas. La dignidad de la persona se disuelve en la función. Vitalismo desbordado -torrente de ciega energía- sin brújula moral. Hedonismo trivial. Publicación de la vida privada. Invisibilidad fantasmal de la organización de masas. Lenguaje esbozado de autoridades mediocres que gobiernan sin destino, sin rango, sin verdadero humanismo. En suma, debilitamiento y distorsión del raciocinio y desmoralización radical de la humanidad son a nuestro juicio las dos notas que caracterizan la actual crisis del mundo".

JFA

Con respecto a las bases del sello discográfico municipal en Pudahuel (Opinión)

Como creador musical y como residente de la comuna en cuestión comparto la siguiente molestia:

Acerca de las bases de la convocatoria del nuevo sello discográfico creado por la Municipalidad de Pudahuel, y su absurda letra b)...

Con mi total adhesión a la paridad de género y al respeto por las "disidencias sexuales" como se denomina ahí (ver fotografía), y aplaudiendo por cierto la buena iniciativa de un sello discográfico municipal, me pregunto: ¿qué se está evaluando entonces con tal requisito (letra b) para obtener "mayor puntaje"?...

Claramente, no se está evaluando ni se pretende estimular el valor creativo musical propiamente tal, sino que otras cosas respecto de las cuales bastaba con destacarse el espíritu inclusivo del nuevo sello; aspecto incuestionable en su dimensión de valor humano. Pero eso de otorgar "mayor puntaje" por existencia de paridad o por formar parte de las "disidencias sexuales" no se corresponde en absoluto con la supuesta intención de apoyo a la música o a la cultura por sí misma (como lo ha dicho tantas veces el actual alcalde), sino que más bien se orienta a las tipificaciones sexuales de sus cultores o al carácter paritario de las bandas musicales que se presenten a la convocatoria.

Con ello, finalmente, y paradójicamente, se incurre en una suerte de discriminación (negándoles el "mayor puntaje") a la condición de no paridad de algunas bandas que pudieran haberse constituido así  de forma natural y espontánea y no por consideraciones contrarias a la paridad de género; y se discrimina también a las bandas o solistas que no pertenecen a las "disidencias sexuales" y no por algún tipo de postura contraria hacia tales "disidencias" sino simple y genuinamente por no corresponder a tal tipificación.

Qué fácil es hacer mención de "la cultura" como preocupación central de una administración comunal, cuando en realidad, y de manera así tan improvisada, son otros los propósitos, materias o fines los que se pretenden abordar bajo el rótulo de "cultura"...

JFA



domingo, 10 de julio de 2022

El Roto, de Joaquín Edwards Bello (Impresiones literarias)

La vida se abre camino como puede; persiste con los recursos que tiene a mano. De tal manera surge el roto: del mundo tan modelador como demoledor en definitiva.

Esta es su realidad; estas, sus costumbres y alegrías, sus sueños y frustraciones... donde casi toda buena perspectiva se resuelve no más que en la esperanza.

Dice Edwards en su relato:

(...) En las luchas de la vida, que eran nada más que una cacería en la cual el grande se come al chico para mejoramiento y continuación de la especie, el roto, fuerte, inteligente, audaz, temerario, sucumbía irremediablemente por las condiciones en que vivía y la falta de educación. El extranjero y los nacionales que tenían más de extranjero que él, se lo iban quitando todo poco a poco. No podían ni siquiera culparles, pues generalmente les vencían con sus virtudes: su ahorro, sobriedad y organización del hogar... (p. 150)

A través del sentido crítico de esta pequeña novela de Joaquín Edwards Bello (escrita a principios del siglo XX) podemos reconocer, en el pasado, los antecedentes de nuestros resabios actuales. Uno de tales tiene que ver, por ejemplo, con lo que pareciera ser el espíritu subyacente en la doctrina de buena parte de la fuerza policial chilena, donde el montaje y la conspiración siguen siendo los recursos aplicados en favor de la oligarquía... Con relación a lo anterior, en la página 72, en el contexto de la conversación entre un político y un jefe policial, en la más absoluta complicidad mutua, el primero le explica su plan al segundo:

    -Se trata -dijo con aplomo- de provocar un desorden mayúsculo en el Sporting: que esos niños se presenten ahí separadamente, como pacíficos socios, para, a lo mejor cuando esté en su apogeo la partida, simular una disputa que degenere poco a poco en pelotera que alarme a todo el barrio hasta provocar la intervención policial.

    Dijo todo esto de un tirón y sin emocionarse. Fernando no pudo menos que sorprenderse viendo tan cínico y seguro de sí mismo en la circunstancia al hombre que tanta gente tenía por un modelo de caballero y político...


"El Roto" es un documento histórico, una fotografía, un material de consulta sociológica si se quiere. 

En otro aspecto, quisiera destacar que a ratos me daba la impresión de estar leyendo en "El Roto" la prosa de Volodia Teitelboim, con lo que concluyo lo nada de extraño en realidad de la influencia de Edwards, como el autor y cronista destacado ya por aquel entonces, en plena juventud literaria de Volodia.


Del "El Roto", destaco:


(...) Un político santiaguino se opuso al ferrocarril: "Ese sistema de locomoción traerá la ruina de los propietarios de carretas", decía en memorables sesiones: al sapiente Bello llamó "miserable aventurero" porque defendía el riel. A pesar de la oposición parlamentaria y los inconvenientes materiales, llegó la locomotora a despertar la Alameda apacible y franciscana, con sus acequias de pueblo. Los santiaguinos empezaron a transformarse; los primeros que fueron a ver el mar llevaron a la fonda colchones, frazadas y comestibles; en el tren iban comunicativos y desordenados como en los paseos en carreta. (p. 2)


(...) Dos veces se han derrumbado en la plaza misma edificios en construcción, por las especulaciones criminales de los contratistas, trayendo al suelo, en la red de andamios quebrados, docenas de obreros cuya desgracia a nadie conmueve. Es como una cascarita de casas de tabique, una bambalina que continúa poco menos cínica por la Alameda, tapando la ignominia de los conventillos podridos y los prostíbulos que están detrás, a dos pasos, y que todos parecen ignorar, La parte nueva y la vieja se diferencian entre sí de una manera cortante y simbólica, como el roto y el futre, la leva y el poncho: ese meridaje fenomenal que constituye la sociedad chilena.(p. 4)


(...) No le habían enseñado a respetar; no sabía amar ni cuidar. Las malezas de los instintos primitivos crecían en él sin freno. Si ante su vista pasaba un automóvil, una bicicleta o una persona elegantemente ataviada, sentía que una fuerza misteriosa, invencible, le impelía a atacar; su abrupta naturaleza de inadaptado, vibraba rebelándose contra esas manifestaciones de la vida inaccesible, risueña, que eran como un reto a la inmundicia de su hogar, un desafío a su barrio pestilente. (p. 14)


   El sol estaba encima de sus cabezas porque eran las doce. Irresistible, colérico, rodaba el gran incendio redondo, presidiendo esas vidas fatales sin concederles ninguna importancia. Hasta el ruido de los trenes parecía venir del sol. (p. 105)


(...) pero la borrachera y la escasez de vocabulario le impedían explicarse. (p. 107)


(...) Apretó las manos como si estrangulara una sombra. Después de mirar unas armas de fuego se despidió y salió. Todo era trampa y porquería. Bebió otro vaso de vino y se dirigió a la calle Gálvez, a la casa de un policía que conoció en la calle Borja. En cierta ocasión le había salvado de apuros. La calle Gálvez era pobre, con pobreza fea, sin adornos, como alarde de fealdad. La gente que pasaba era de humilde catadura y vestida para cubrirse con algo, sin ideas de adorno. La casa del policía, en el fondo del llamado cité, tenía una ventana sucia y en el vidrio un letrero: "Se vende un trajecito de primera comunión para un niño". (p. 123)


(Con relación a los funcionarios del edificio de la empresa periodística El Mercurio):

(...) La gente más humana era la de los mozos, con cara de buenos y serviciales. A los otros se les había subido El Mercurio a la cabeza. Se componía de jóvenes de clase media provinciana. Hijos de pequeños agricultores, de funcionarios de correos, de ferrocarriles o de aduanas lejanas en poblachos tediosos. Encauzaban sus actos para labrarse situaciones seguras, conservadoras... Serían defensores de la oligarquía. (p. 126)


(...) El redactor en jefe era un hombre de origen humilde, grande, grueso, con pelo negro tieso, ojos algo oblicuos y pómulos salientes. Su espíritu era tolerante y comprensivo. En su primera juventud sustentó ideas de igualdad social y de mejor reparto de la tierra y del capital. El inquilinaje en los campos le parecía una forma de esclavitud. Una vez entrando en años y en "El Mercurio", creyó que la democracia y la libertad eran utopías. Séneca dijo: "¿Quieres libertad? ¡Rásgate las venas! (p. 127)


(...) No pocos quisieron contribuir con su talento a hacer luz a la usanza nacional: mandando a los diarios inmensos artículos que aparentaban sólida erudición. (p. 146)

JFA







martes, 5 de julio de 2022

Anda un pueblo, "la más hermosa" canción de Schwenke y Nilo (Artículo)

Durante los últimos años de la dictadura (finales de los ochenta), Schwenke y Nilo estaban entre los más programados en radio Cooperativa y radio Umbral, las emisoras que más escuchábamos desde nuestra oposición al régimen. De tal manera podíamos enterarnos de cada nuevo tema o presentaciones de este dúo musical chileno. Así fue adquiriendo alguna fama.

Los primeros acordes de algún nuevo interesado en la guitarra ya comenzaban a tener como referencia a nuevos artistas chilenos que, gracias a la difusión radial aludida, los supimos tras aquellas canciones que no sólo se volvieron evocadoras de aquel tiempo sino que portadoras también del testimonio (y de la esperanza por cierto), bajo la oscura circunstancia humana, cultural y social impuesta por el dictador.

En lo que a mi respecta -no obstante hallarse (el dúo) entre los músicos favoritos y referenciados del amigo que me estaba enseñando a tocar guitarra en esos años, basándose para ello en algunas canciones de Schwenke y Nilo- estos no acabaron volviéndose parte de mi música preferida. 

Aún así pendía sobre el muro de mi habitación un poster promocional del sello Alerce por uno de sus discos; se trataba de un regalo que recibí de la disquería "Discomanía", que en ese entonces funcionaba como una tienda exclusiva del mencionado sello discográfico, muy visitada por quienes buscábamos el material de Silvio, de Víctor, de Manns, Inti Illimani y Quilapayún, en fin, todas la producciones discográficas que sólo a través del sello Alerce podíamos conseguir.

De Schwenke y Nilo, no siendo parte -como ya decía- de los creadores que especialmente me hicieran sentir interpretado en su estilo, pude distinguir, no obstante, más de alguno de sus aciertos, sus inspiraciones genuinas, sus canciones que, en definitiva, se pusieron a disposición de nuestra realidad y sensibilidad como pueblo escarmentado. Así fue que llegué, no estando entre las más antiguas y tampoco siendo de las más difundidas, a la que considero, muy en lo particular, su más hermosa canción, y grabación también: "Anda un pueblo", la que sí me interpreta plenamente en todos sus aspectos.  

En ella se aborda lo que nos caracteriza como un pueblo sin identidad. De su texto destaco, por ejemplo: Este pueblo se pasa el tiempo pareciéndose a los demás, sus canciones son otra lengua, no hay oídos para el de acá... 

Justamente, por estos mismos versos es que al escribir el nombre del dúo prefiero prescindir del carácter "&", propio de la lengua inglesa y que, para peor, buena parte de las veces se usa en el ámbito de lo comercial o lo publicitario. Conclusión que me imagino coincidir con la que los propios Schwenke y Nilo adoptaron en los años más reciente de su historia, a juzgar por algunas de las últimas gráficas con el nombre del dúo con "y"... Aspecto de mínima importancia finalmente. 

Concluyo este modesto artículo reproduciendo el texto de la conmovedora canción "Anda un pueblo", y su enlace Youtube:
JFA


Anda un pueblo
(Nelson Schwenke)

Anda un pueblo que quiere unirse
a la fuerza de gravedad,
anda un pueblo desarraigado,
es decir, sin tener raíz.
Anda un pueblo que se ha perdido
en la niebla de su ansiedad,
anda un pueblo con sus heridas
sin poderlas aún sanar.

Tras luces de fuegos fatuos
merclaviza su porvenir,
por seguir al libre mercado
es colonia del más feroz.
Sigue el neocolonialismo
sin saber si será mejor.
Hace como 500 años
el de abajo no tiene voz.

Este pueblo prefiere hundirse,
ser futuro sin ser pasado,
tener cráneo y no cerebro,
avanzar sin mirar al lado.
Este pueblo no reconoce
aún cual es su propia identidad.

Sera el cóndor que no conoce
o el huemul que nunca verá,
el raulí o la palabra pico
que alguien dibujo en la pared.
Este pueblo de su derrota
hace un héroe nacional
y con cada invierno el barro
nos devuelve a la realidad.

Este pueblo se pasa el tiempo
pareciéndose a los demás,
sus canciones son otra lengua
no hay oídos para el de acá.
El Estado es un ente inerte
con una sola ocupación:
tener en calma al poderoso
sea gerente o general.

Este pueblo no se ha cansado,
nuestra historia lo ha demostrado.
Este pueblo está sin banderas,
sin espacio, sólo fronteras.
Este pueblo que soy yo mismo
no conoce su identidad.







martes, 31 de mayo de 2022

Isao Tomita y Armando Uribe (Artículo)

No obstante siendo tan difusa la frontera, yo me imagino que la inspiración es una cosa y la manifestación de la absorción inconsciente (musical en este caso), otra cosa... Sucede que, cuando niño, escuché muchas veces a Isao Tomita, porque estaba ahí, en el ambiente, entre la música que por aquel entonces escuchaba mi padre (a él le gustaba la adaptación "futurista" o "cósmica" de Tomita sobre algunas obras selectas; Debussy, Mussorgski, etc.). 

Ese sonido, aquellas construcciones sonoras, se me quedaron dentro, y, casi con tanto éxito como el sentido evocador del olfato, escuchar a Tomita ahora, me transporta de manera increíble a dichas jornadas. 

Pero también, sin que necesariamente me transporte a ninguna parte, por extraños mecanismos de la mente, se me ha quedado esa música ahí, dentro, conformando toda la sustancia musical que me habita y que tras un ejercicio creativo se revela de pronto con los rasgos evidentes de su procedencia. 

De esa escala descendente tan singular que ha grabado Tomita (escuchar los primeros veinte segundos del enlace Youtube, "Arabesque N° 1") surge la visión que tuve para finalizar esta musicalización de los versos de Armando Uribe Arce (escuchar el final del enlace "Quiero evitar ser yo", piano ejecutado por Christian Quinteros Massardo). Se puede apreciar claramente de dónde tomé la idea... en realidad, no la tomé, se manifestó de manera espontánea, casi sin razonamientos de por medio, para quedar justo donde tan bien habría de quedar... 

Según palabras textuales del propio Armando Uribe: "No es verdad un creador, ni en prosa ni en versos. Más bien un supuestamente nuevo divulgador de lo sabido. Un resabio".

JFA








martes, 17 de mayo de 2022

El cinismo en el contexto social de los personajes de "El Roto" (tres ejemplos), de Joaquín Edwards Bello

Del libro "El Roto":

Solían mostrarse por ahí, del brazo de sus mujeres, chiquillas menores, vestidas con una elegancia de pesadilla; casi todas ella eran enfermas, gordas pálidas o delgadas sin dientes, escrofulosas y vendadas; ejercían, sin embargo, una atracción sexual por su extrema juventud y su lascivo cinismo. (p. 33)

Esmeraldo admiraba a uno de la pandilla que llamaban El Pucho. Era chato y cínico, con ojos estúpidos de toro; llevaba zapatos de tacón alto como los huasos y una faja azul y roja en la cintura. (p. 33)

El hubiese deseado presentarse en el prostíbulo con gestos cínicos aprendidos del Pucho, para que le admirasen la camisa rayada, los zapatos finos y el traje de paño gringo; para sacar billetes del bolsillo y convidar oporto. (p. 151)


El cinismo (como sentido de la trampa o de la supervivencia): ¿uno de los rasgos más característicos y perdurables del chileno? (El Roto fue escrito entre la primera y segunda década del siglo veinte).

Nota: como referencia al paso y ajena a lo enunciado a modo de título, me gustaría destacar la percepción que tuve de cierta influencia que Edwards Bello pudiera haber ejercido sobre el estilo de Volodia Teitelboim.

JFA




viernes, 6 de mayo de 2022

Un verso y una intervención de Nino García (artículo)

Hay una canción de Nino García que hace muchos años se hizo popular bajo la interpretación de la cantante chilena Gloria Simonetti. "Entreparéntesis" su título. 

Se podía escuchar con cierta persistencia en las radios y en la televisión según alcanzo a recordar. Dicha canción y dicha fórmula creativa, la típica balada romanticona de la época, nunca fueron de mi gusto. Sin embargo hace poco descubrí en ella lo siguiente: un verso furtivo que se le debe haber escapado desde las entrañas a Nino García, quien, seguramente, y a la luz de lo que se sabe de él, tampoco habría de sentirse plenamente identificado con estas fórmulas musicales a las que tuvo que echar mano como autor y compositor para ganarse la vida. Ese verso, aunque sencillo, pero que me ha parecido tan triste, tan estremecedor y dolorosamente humano, es:

Y hago el amor con tu recuerdo...


En otra circunstancia, muy distinta y nada de triste, destaco una intervención suya (esta vez no es un verso ni una canción). Se trata de lo que dijo en el programa de televisión Sábados Gigantes, cuando en respuesta a la conocida perspicacia inquisidora del animador, ante su pregunta por el motivo de una discusión que admitieron Nino y su mujer haber sostenido poco antes de dirigirse ambos al programa (ella lo acompañaba en el programa como violinista, estando él al piano para una presentación como dúo en el mismo).

Responde Nino en cuanto al motivo de la discusión (ambiente jocoso)*

"Yo le decía que viniera con bluyines ¿me entiende? Pero vino muy elegante"...

Se podría interpretar (humorísticamente) que Nino quiso decir con eso que "esta porquería de programa" no merecía la ceremonia o la solemnidad como la de quien se dispusiera a dar un concierto en el municipal...


Nino García, un músico chileno singular. Lo recordamos a veinticuatro años de su partida.

JFA

*Ver "La historia de Nino García (canal 13, 2005), parte 2", en Youtube. Tiempo: 30 s.

Captura:





martes, 26 de abril de 2022

Al rescate de la obra mayor de Nino García (artículo)

El título de este pequeño escrito no pretende restarle valor al género de la canción, pero su canción (la de Nino) con relación a su obra docta resulta ser a todas luces inferior. Y eso porque, hasta donde yo sé, y hasta donde recuerdo como espectador, Nino García incursionaba en la música popular sólo para ganarse la vida, y lo hacía fundamentalmente bajo los parámetros mercantiles de la televisión y sus festivales.


En ese ámbito frívolo, mediocre, y peor aún, bajo las directrices comunicacionales de la dictadura militar, no podía llegar con estas cosas complejas, influidas, además, por los grandes compositores.

Actualmente, quien fuera su compañera, y cantante popular también, María Eugenia, se encuentra en una etapa feliz de su proyecto que intenta rescatar la obra de Nino García, llegando a poner en manos de una destacada pianista rusa radicada en Chile, Svetlana Kotova, las partituras y la grabación de su "obra mayor" (escuchar enlace Youtube más abajo).

Me dispuse a recibir este excelente registro para terminar escuchándolo con los ojos cerrados y suma atención. Mientras iba escuchando concluía que pudo ser primero la emoción y luego la obra, pero que pudo ser también al revés: mientras iba levantando las complejas estructuras iban acudiendo las emociones... 

Nino García, que perfectamente pudo volcarlo todo no más que en el género de la canción popular, aparentemente, en términos musicales, no encontró los caminos naturales para derribar las fronteras. De tal modo nos encontramos frente a dimensiones separadas de su labor. Me explico: un Charly García, por ejemplo, exhibió la mezcla perfecta entre lo docto y lo popular (lo de "perfecta" es un decir). 

Pero estamos ante lo que fue como pudo ser y como fueron los caminos y pasiones halladas por este creador chileno, que bajo toda justicia merece su rescate. Porque no sólo estamos ante un trabajo dedicado y sensible como todo lo que toma tiempo, sino que, además, a todas luces, honesto, y tan necesariamente ambicioso como propio del hombre que quiere crecer.

JFA







domingo, 24 de abril de 2022

Un capitán de quince años, de Julio Verne (Impresiones literarias)

Destaco:

Así pues, la vida del primo Benedicto estaba consagrada por entero a la entomología. A ella le dedicaba todas las horas, incluso las del sueño, puesto que llegaba a soñar con los "hexápodos". Y cuando volvía de un paseo científico, su magnífico sombrero se convertía en una especie de museo de historia natural, repleto de insectos ensartados. (p. 12) 


Dick Sand, a su vez, en cuanto se vio en tierra, se dedicó al estudio con el remordimiento del hombre que, falto de conocimientos, considera que no puede enfrentar como debiera la tarea encomendada...

-Sí -decía a menudo-. Si a bordo del Pilgrim hubiera sabido todo lo que un marino debe saber, ¡cuántas desgracias habría evitado! (p. 157)


JFA



lunes, 11 de abril de 2022

Campos de Castilla, Antonio Machado (impresiones literarias)


Destaco:

Tiene esa expresión serena
que a la pena
da una esperanza infinita.

(CX, El tren, p.26)

________

Siempre que trato con hombres del campo pienso en lo mucho que ellos saben y nosotros ignoramos, y en lo poco que a ellos importa conocer cuanto nosotros sabemos.
(La tierra de Alvargonzález, p.33)

*Lo anterior alude a que los campesinos siempre tienen historias que contar, la mayor parte de las cuales surgen de su imaginación.

___________

¡Oh tierras de Alvargonzález,
en el corazón de España,
tierras pobres, tierras tristes,
tan tristes que tienen alma!
(La casa, p.58)

_________

Corre el tren
por sus brillantes rieles,
devorando matorrales,
alcaceles,
terraplenes, pedregales,
olivares, caseríos,
praderas y cardizales,
montes y valles sombríos.
(CXXVII, Otro viaje, p.70)

__________

Tren, camina, silba, humea,
acarrea
tu ejército de vagones,
ajetrea
maletas y corazones.
Soledad,
sequedad.
Tan pobre me estoy quedando
que ya ni siquiera estoy
conmigo, ni sé si voy
conmigo a solas viajando.
(CXXVII, Otro viaje, p.71)

_____________

Es el mejor de los buenos
quien sabe que en esta vida
todo es cuestión de medida:
un poco de más, algo menos...
(Proverbios y cantares, XIII, p.88)

Selección: JFA

jueves, 7 de abril de 2022

Publicaciones compulsivas

El afán de revelar a cientos de personas tus más íntimos sentimientos, frustraciones o penas, ha matado del amigo verdadero la importancia de quien fuera el único digno en saberlos... quedándote finalmente más solo que antes.

JFA

martes, 5 de abril de 2022

Cuántas veces al día (versión de Anabell López)

A veces es necesario comenzar por entender "cuántas veces al día merecemos la muerte"... 

Esta es una conmovedora versión de Anabell López (hermana de Silvio Rodríguez) para una conmovedora canción. 

(No tome en cuenta el video, creo que no ilustra adecuadamente el contenido; lo he enlazado sólo para ser escuchado).

JFA


Cuántas veces al día

Texto y música: Silvio Rodríguez

¿Qué silencio es culpable de la muerte de un hombre?
¿Qué silencio en nosotros ha colgado inocentes?
¿Qué silencio maldito ha cegado algún nombre?
¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?

No busquen más alrededor.
Ustedes son.
No busquen más, no es el de atrás:
ustedes son.

No es el de al lado, no.
Eres tú mismo, sí.
El que sonríe bien,
el que sabe callar.

¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?

¿Qué silencio aprendido nos preserva la vida?
¿Qué silencio oportuno nos convierte en prudentes?
¿Qué silencio asesino nos llena la barriga?
¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?




Carlos Pérez, de "Diálogos laicos" (destacado)

Pareciera que hay una idea del mundo, adquirida por instinto o aprendizaje, en la que muchos coincidimos, pero que a falta de recursos para darle forma verbal no podemos explicar. De allí que uno se siente interpretado (que no es lo mismo que persuadido) por pensadores como el profe Pérez. Él no me está revelando algo que yo no percibiera desde antes, pero lo ordena y lo dice magistralmente, y por ello me interpreta. 

Destaco o apunto lo siguiente, entre muchas otras cosas destacables de esta excelente exposición de Carlos Pérez (ver video indicado más abajo). Dice (con relación al diálogo entre los que tienen fe y los que no):

"Creo que para conversar de manera útil es necesario distinguir lo confesional de lo laico

Lo confesional es lo institucional, lo litúrgico, es una comunidad que se organiza, una comunidad en la fe. Cuando uno habla de manera confesional habla dentro de la fe *(que no es lo mismo que hablar desde la fe). 

Hablar de manera laica es hablar de una manera no institucional, no litúrgica. El laicismo tiene la posibilidad de conversar desde la fe, es decir, los que tienen fe pueden conversar de manera laica *(si es que están dispuestos), pueden conversar de manera no litúrgica, no institucional, y eso es muy valioso porque los que tienen fe y están dispuestos a hablar desde fe de manera laica pueden dialogar con los que no tienen fe, con los que no consideran la fe dentro de su experiencia".

*Aclaración mía

JFA



jueves, 17 de marzo de 2022

La burla del tiempo, de Mauricio Electorat (Impresiones literarias)

Es un relato con velocidad fílmica (casi como un guion): muchas escenas e intervenciones que, para hacértelo más difícil aún, no se valen de rayas para diferenciar lo dicho por tal o cual de entre sus personajes, regalándonos tan sólo de vez en cuando un "le dijo" o un "le digo" para no perdernos tanto (esto no es bueno ni malo, simplemente es una opción de estilo con la que terminas acostumbrándote). 

El asunto es que lo anterior te impide la mínima distracción porque sino te pierdes con facilidad, y más cuando el relato en primera persona resulta ser de pronto en tercera, algo así, y a veces no habiendo más que comas para diferenciar entre lo que dijo el uno o el otro, o el uno por sí mismo o por aquel, etc. Ejemplo (una interacción entre el personaje central y la nana en el funeral de la madre de este):

Me acerco a ella, ay don Pablito, qué bueno que vino, ay Dios mío, qué cosa, su mamita, don Pablo. Vamos, ven conmigo. Salimos abrazados, Hilda y yo. Te traje un reloj, le digo, me quito el mío y se lo pongo en la muñeca. No pues, si ese es el suyo, oiga, si yo sé que no tuvo tiempo de comprar nada. No, si este te lo compré hace tiempo. Oiga, Pablito, me equivoco si creo que la voy a engañar, a ella que me conoce desde que nací. (p. 246)

Aunque no muy atraído, y sin mayores referencias, comencé mi lectura de "La burla del tiempo" hasta concluirlo. Se me fue haciendo entretenido en la medida en que me vi capturado por dos aspectos: el contexto de la dictadura, que nos evoca en varios de sus pasajes situaciones cercanas como la del ímpetu juvenil iniciando una militancia política contestataria y clandestina por ejemplo, con toda la ingenuidad y la osadía, el humor y el miedo implícitos en ello bajo tales circunstancias; y la trama por cierto, la de los relatos paralelos que se turnan por párrafos y que son la historia del mismo personaje central que desde la escena de su presente en Europa nos lleva a la de sus recuerdos en Chile.

Lo narrado aquí se destaca por sobre cualquier tipo de seducción literaria, pretendida o no (es decir, se destaca más "por lo contado" que por el "cómo"). 

Con relación a lo anterior, por ahí (leer el siguiente extracto) uno advierte que aquello de la fluidez o la belleza literaria no necesariamente ocurre por destino, talento o inspiración, sino también por opción. Por otra parte, sucede también que de no ser lo pretendido pudieras dar con ello con total naturalidad, y si lo haces por otro (un personaje en este caso), puede que resulte mejor aún. Yo no sé si fue este el caso con la siguiente parte del relato en que el personaje debe lucir su mejor pluma, desplegando, el autor, sus mejores recursos para conseguirlo al escribir por su personaje y no por sí mismo (momento único por su belleza, a mi parecer, en todo el libro):

Un rayo de sol oblicuo penetra a través de la celosía y dibuja tres barras horizontales sobre la carpeta del escritorio. Tres lingotes inscritos en la cubierta polvorienta de la mesa. Un ideograma áureo, al costado del cual reposa una edición de Les armes de poing, editada en Bruselas por Geoges Plateau, en 1911. Junto a ese libro el primer tomo de Le Petit Robert, Dictionnaire alphabétique et analogique de la langue francaise. El hombre que está sentado tras el escritorio abre el diccionario y busca hasta hasta dar con una palabra, extrae una lapicera y un pequeño block de papel de un cajón del escritorio y escribe. Luego cierra el diccionario y se reclina contra el respaldo de la silla. La pared de la izquierda está cubierta enteramente por una biblioteca. En la derecha cuelgan fotos enmarcadas. A primera vista sólo se distinguen formas en blanco y negro. Pero si el ojo se acerca percibirá formas femeninas, unos antebrazos atados a un par de pantorrillas, un par de líneas que podrían ser una vulva abierta o una sonrisa, un torax encorsetado por un vendaje del que sobresalen un par de pezones a través de unos huecos que parecen practicados a tijeretazos, un par de muñecas esposadas, una lágrima surcando una mejilla, pero también puede que sea una gota de cera o de esperma rodando sobre una nalga. El hombre abre nuevamente el diccionario y pasa las páginas lentamente, se detiene en una de ellas y vuelve a tomar nota. Alguien llama a la puerta. (p. 156)


Destaco:

Eso es un mito orquestado por el propio partido, opina Claudio, que son un partido renovado, que incluye a la clase media, que es más tolerante, menos leninista, pero en realidad habría que ver. ¿Qué habría que ver?, lo contradice el Flaco, el nivel de debate en las bases del PC y del PS es conocido: cero. A lo mejor es más eficaz, dice Claudio. ¿Más eficaz que qué?, pregunto. Más eficaz que un partido de puros comandantes. Pero habría que saber cuál es la crítica, contraataca el Flaco, sí, intervengo, me parece que no lo tienes claro, tú pide otra botella de vino, ordena Claudio, si es que te falta sentido crítico, independencia intelectual, debate e incluso sentido del humor o bien verticalidad y cadena de mando, continúa el Flaco. (p. 167)

JFA



miércoles, 9 de marzo de 2022

Una cascada de cabras

Una cascada de cabras tras el llamado del arriero...

(Registro y música: JFA / Asentamiento cordillerano "La mina", región del Maule)




lunes, 21 de febrero de 2022

Sin embargo, un tren

Como dice Nicanor Parra "La materia no tiene la culpa de nada, toda la culpa la tiene el espíritu" (del poema Canción protesta): este tren maderero que registré hace unos meses entre Laraquete y Arauco, lamentablemente es el único que cubre uno de los trayectos costeros de ferrocarril más hermosos que tiene Chile; es decir, no existe un tren de pasajeros para la misma bella ruta, y, por lo tanto, tampoco pasajeros que puedan disfrutarla...

A la altura de Laraquete, a poco de que el sol se esconda, se puede ver a lo lejos, desde la carretera, con el mar de fondo y como si fuera una imagen soñada (escena que habría sido muy digna de filmarse también), la silueta del paso inesperado de este mismo largo tren que, no siendo más que de carga, emociona igual de tan sólo mirarlo... como todo tren.

(Nota: para los amantes del sonido del paso de un tren recomiendo usar buenos audífonos y luego tan sólo cerrar los ojos): 

JFA





domingo, 20 de febrero de 2022

Las impresiones literarias

Una vez que estoy en la lectura de un nuevo libro (nuevo para mi), marco o transcribo el párrafo, la página o fragmento que me haya interesado de forma especial. Es decir, hago lo que todo amante de la literatura hace. Y luego, aquello es lo que finalmente reproduzco bajo la indicación de "destaco", por este u otro medio, al referirme después a dicho texto o libro.

Básicamente, son impresiones personales que sirven también de recordatorio o de fuente de consulta para cualquiera; por ningún motivo tal "destaco" pretende ser una pauta de nada ni para nadie. Por lo demás, ojalá que todos nos atreviéramos a compartir este tipo de impresiones si es que lo deseamos, sin estigmas ni complejos, porque no se trata de ostentar cuánta lectura tengamos en el cuerpo sino que de compartir e intercambiar, con total honestidad y libertad, materias del ámbito literario y todo lo humano implícito allí. 

De tal manera, por efecto, por muy buen efecto, divulgamos también el ejercicio de la lectura, que tan perjudicialmente se sigue expresando por las consecuencias de su abandono en nuestro pueblo...

No puede ser un sueño inalcanzable, no puede ser que a estas alturas sea siquiera "un sueño", que, así como se multiplican los de fútbol en nuestras poblaciones (no tengo nada contra el fútbol), se multipliquen también los clubes de lectura y de literatura, y del ejercicio literario mismo... Los alcances, y recalco: "los alcances" de la literatura (porque los libros ya están), deben estar en ojos y boca de todos, no sólo de los eruditos, y tampoco deben ser tan especiales ni selectas las circunstancias por las cuales se hable de literatura. 

JFA